martes, 18 de septiembre de 2012

De catarros y lecturas varias


Ya he declarado mi admiración por la etapa de Romita y Lee, e incluso más por la de Conway y Romita. Recuerdo, entre los cientos de viñetas, una de Gwen con media lagrimilla contemplando a un Peter adormilado, sentenciando algo así como: "mi pobre Peter", ante un agente Stacy que afirmaba que, aunque pareciera poca cosa, Peter era algo más que un pobre chico.

¿Y qué es lo que le había pasado a Peter? Pues si mi memoria no me falla, andaba con un resfriado de tomo y lomo (¿pudo cogerlo en Canadá mientras luchaba con Hulk?), y lejos de quedarse en la cama a recuperarse, se había ido por ahí a ejercer de buen super-héroe y detener el mal.

Siempre me gustó ver cómo Peter/Spider-Man sacaba fuerzas de su flaqueza. Cómo, a pesar de estar grogui, con esa representación de "estrellitas" alrededor de su cabeza simulando su debilidad, lograba tirar hacia delante. Cuando estaba acatarrado, como él, imaginaba que, oye, quizás yo también podía no detener a unos cuantos villanos, pero sí estar algo más "fuerte".

Y aquí estoy, veintipico años después recordando esas viñetas, esa viñeta, en concreto, recien levantado de un buen descanso para recuperarme de un señor catarro. El tiempo pasa, pero algunas cosas, las buenas cosas, merecen quedarse.

Abro inciso. Acabo de terminar la lectura de Spider-Man (El superhéroe en nuestro reflejo) de Rafael Marín, uno de los participantes en este especial. Gran obra, que he disfrutado mucho. Si no la conocéis, que seguro que sí, está editada por Sins Entido. Merece muy mucho la pena, sobre todo para los grandes seguidores del personaje, o quizás debería decir los veteranos seguidores del mismo.

Cierro inciso. Acabado el té, vuelvo a acurrucarme entre las mantas, aprovecharé para seguir corrigiendo textos hasta que me quede dormido. Que será en nada. Al fin y al cabo, todos somos Peter Parker, pero yo no soy Spider-Man...

sábado, 15 de septiembre de 2012

¿Matrimonio sí, o matrimonio no?


Voy a ir siendo sincero. Soy un firme defensor del matrimonio entre Peter y Mary Jane. Es más, soy incluso defensor de una paternidad cutremente resuelta, incluso más que el tema matrimonial. Sigo siendo sincero: entiendo que esa posición del personaje pueda ser difícil de manejar por parte de los responsables de Marvel si quieren captar nuevas generaciones de seguidores del personaje, y más aún si se dirigen a posibles compradores del cómic que se acerquen a él después de ver la primera saga o el posterior reboot que -de nuevo confieso- todavía no he visto.

Por eso, entiendo el status actual del personaje. Y entiendo ese Ultimate Spider-Man para enganchar a los críos de, no sé, 15-16 años. No entiendo tanto que, en una jugada quizás valiente, no se haya creado paralelamente una línea “coherente” con la evolución de la vida de Peter Parker-Spider-Man. Le hemos visto en el instituto, en la Universidad, buscándose la vida ejerciendo de fotógrafo y profesor, alcanzando la treintena, casándose… ¿por qué no teniendo una hija? ¿No hay cientos de historias que puedan surgir de una situación vital así? ¿Padre, marido, y súper-héroe?

Estas líneas vienen al caso porque entre las más de 20 opiniones recogidas hasta ahora hay muchas críticas al matrimonio entre Peter y Mary Jane, que de hecho lo significan como de las perores decisiones tomadas nunca con este personaje, pero también varios apoyos. Como es mi caso. No sé, quizás es que siempre he sentido a Peter Parker como un tío real y muy cercano, y me hubiera gustado verle crecer también en ese sentido (véase que no digo madurar, que no quiero que ningún soltero sin hijos se me enfade, y con razón). O quizás es que me esté haciendo mayor… quién sabe.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Comenzamos la revisión de textos


Pues sí, ya me he puesto a mirar, y mirar, y mirar... los primeros textos recibidos a cargo de varios dibujantes, músicos, periodistas y críticos. Acumulo ya más de 20, aunque apenas he tenido tiempo de revisar con detenimiento 5 de ellos. Así que nadie se me asuste, no es que me hayan entrado de repente las prisas (que no son buenas consejeras y, en mi caso, imposibles de asimilar ante la escasez de tiempo libre), sino que mientras contacto y sigo mandando mails, me he dado cuenta que sería buena idea comenzar a avanzar en la lectura de los materiales recibidos y en su correción.

En primer lugar: Gracias a Angel Unzueta, David Baldeón, David López, Fermín Solís y Manuel Bartual (hala, ya he desvelado algunos participantes) por lo currado y cuidado de sus textos, los primeros que he entrado a revisar. Así da gusto. Lo dice alguien que en sus más de 10 años al frente de la publicación musical Orpheo tuvo que hacer frente a cuestionarios respondidos en mayúsculas, sin acentos, sin puntos ni coma o con flagrantes errores ortográficos ("no es que alla hecho un mal disco", y cosas así). Quizás por su ayuda al mimar sus líneas he podido disfrutar aún más de unas reflexiones que, lo que son las cosas, me han servido para ahondar más en mi idea de que, en un fenómeno cultural como puede ser el de Spider-Man, es cuando más se aprecia que, aunque distintos, las personas de una generación mantenemos muchas cosas en común.

Lo dicho, que todo sigue adelante. El fin de semana, aunque cargadito de trabajo no relacionado con ese proyecto, me servirá para dar un pequeño empujón a los textos recibidos. Y así revisar con más calma y sin agobios los mails que tengo pendientes de contestar (echarles casi 20 más...)